Salir a la luz como ser humano

Implicaciones antropológicas de la práctica religiosa

Resumo

En la práctica religiosa y en la antropología del protestantismo, el ser humano aparece principalmente como el pecador que no puede ni debe hacer nada para ser salvado de su miseria. Correspondientemente, se enfatiza la dinámica autodestructiva de la humanidad, o, alternativamente, su necesidad de salvación ante la existencia del pecado, de la muerte y del demonio – y ante las fatales consecuencias de su propia autonomía. Lo que falta es una definición antropológicamente coherente que no se enfoque solamente en aspectos soteriológicos y en contradecir unilateralmente a cualquier principio de rendimiento, sino que tome en cuenta al ser humano como sujeto de su propia vida, poseedor de juicios propios, decisiones fundamentadas y una voluntad propia y clarificada. Sin estos instrumentos del arte de vivir, las personas no pueden dedicarse a su vida con entrega y pasión, no pueden estar realmente presentes en ella. La única práctica religiosa que corresponde a la cultura de fe cristiana es aquella que permite al individuo salir a la luz como ser humano. Esta contribución expone las razones y perspectivas de este enfoque.